¿Envidia sana o Admiración?
Publicado por admin el Jul 18, 2013 en Noticia | 0 comments Recientemente, tras una intensa sesión de coaching, me dijeron lo siguiente: «Qué envidia más sana -así matizó su expresión- me das al trabajar y dedicarte a algo que te apasiona». Tras esas palabras escuche más cosas –aunque no fueron dichas- y llegué a una conclusión que ahora comparto con vosotros en este blog. En relación con la envidia y partiendo de una definición que a lo mejor, es un poco «dura», se me dispara lo siguiente: Envidia: La necesidad de querer para sí, arrebatar y culpabilizar (o incluso destruir, en casos extremos) a otra persona –desde el ego-, por una posesión, circunstancia, status o dominio no tenido, debido a un sentimiento de amenaza, desigualdad e inferioridad que nos genera y a la incapacidad que tenemos de sentirnos satisfechos con lo propio (material, emocional, espiritual, circunstancial). Partiendo de esta definición, en ningún caso la envidia es buena y, más allá, tampoco cabe la «envidia sana». Ninguna envidia es sana, todas son malsanas, contaminan y nos hacen miserables. Esta emoción sale del ser humano y es tristemente aprendida. La palabra «envidia» viene del latín «in» dentro –> «video» ver => «in-vidia» significa mirada desde dentro con malos ojos. En este sentido, la frase atribuida a Jesús de Nazaret, «Nada que venga de fuera puede contaminarte; sólo lo que sale de ti, lo hace» da sentido al malestar que genera una actitud nociva para las personas y cómo nos afecta en las relaciones con otros, sea en el ámbito en el que sea. ¿Envidia sana? Nunca será sana en tanto haya una mirada deformada, una comparación o juicio subjetivo, un deseo de arrebatar-tener, de destruir por ego en algunos casos, e incluso culpabilizar a otros desde el victimismo y el auto sabotaje. Ningún comportamiento puede ser bueno si va en contra del Ser. Podemos convertir la mal llamada envida sana en “Admiración”, cuando vemos al otro desde nuestro Ser, con el corazón, desde la inteligencia emocional, cuando nos alegramos por sus progresos, circunstancias, ventajas o posibilidades, compartiendo sus logros, emociones, resultados y/o momentos de superación. Cuando somos generadores de espacio de convivencia profesional. La palabra «admirar» viene de AD (añadir, más) y de MIRAR (ver) = Ver más en el otro/a, ver en él/ella lo mejor. P.ej: Qué envidia sana me das por tu promoción a Director/a, cuánto me alegro por ti. (egoísmo, comparación, victimismo –tu sí, yo no- que disfrazo con cinismo de...Leer más