Preguntas Frecuentes


Preguntas

Un proceso de coaching es una relación de conversación entre tu coach (entrenador) y el coachee (cliente) construida sobre la confianza y el compromiso de confidencialidad. En esta relación, como cliente, traerás a la conversación temas que te preocupan, inquietan, bloquean o generan duda y los compartes con el coach, quien los confrontará para que encuentres por ti mismo la solución a aquello que traes a la conversación.

Tu coach es para ti como el casco de un minero. El cliente (minero) es el que decide bajar a cierta profundidad personal (la profundidad de la mina); como cliente decides en qué ámbito de tu vida quieres poner atención (qué galería es la que entras); como cliente eres el que dices el objetivo que quieres alcanzar (la beta en la que estás dispuesto a picar); tu coach es el acompañante leal que pone luz a todas las opciones posibles para que te decidas por la que mejor te encaja.

Tu coach te desafía y te reta para que te superes a ti mismo/a, y esto lo hace sin darte la solución, ni aconsejándote y mucho menos, diciéndote lo que tienes que hacer o la solución más recomendable. El coach trabaja para ti desde la pregunta; en su forma de preguntar te estará removiendo para la reflexión.

La duración de un proceso de coaching puede variar de 4 sesiones (dos meses) a tantas sesiones como se pacten o vayan siendo necesarias (toda una vida mientras haya crecimiento y desarrollo).

Los coaches evitamos la dependencia que pueda surgir por parte de nuestros clientes, pero estamos comprometidos con su crecimiento y desarrollo del potencial.

Desde nuestra perspectiva, cuando la organización -contando con el respaldo del comité de dirección- está inmersa en un proceso de cambio cultural.

Gran parte del proceso de transformación se produce por medio de grupos internos de profesionales, los cuales, reunidos con un coach, ponen en común sus inquietudes, perspectivas, necesidades y creatividad. El coach les lleva a la reflexión en grupo. Esta riqueza de aportaciones facilita que unos y otros vayan entrando en apertura y contribuyan desde su individualidad a la mejora y enriquecimiento de las perspectivas de sus compañeros.

Es habitual que un proceso de coaching grupal lo llevemos a cabo con miembros de que provienen de distintos ámbitos de la organización. Las individualidades de cada participante aporta al resto de compañeros.

Coaching de Equipos, es la modalidad de coaching por la que el equipo es observado como una entidad en sí mismo. El coach se convierte en un observador que pone sobre la mesa las disfunciones observadas y que, recogidas por el equipo en su conjunto, aportarán mejora en la comunicación, entendimiento, desempeño y rendimiento.

Estos procesos están especialmente recomendados para Equipos Naturales, Comités de Dirección y Consejos de Administración.

Por lo general son dos los coaches que asisten a las reuniones/comités y su presencia está sujeta al más estricto secreto profesional sobre los temas abordados. En ningún caso pueden ni deben asumir responsabilidades más allá de la mera observación y entrega de lo observado para que el “equipo” tome las acciones o correcciones que estime oportunas.

Más allá del outdoor training, el Outdoor Coaching, introduce todas las metodologías y herramientas del coaching para lograr que los participantes obtengan el máximo nivel de reflexión, cambio de perspectiva y aprendizaje sobre las situaciones provocadas en las dinámicas y actividades diseñadas al efecto.
En principio, un proceso de coaching dura tanto como el cliente diga, siempre y cuando le sirva para el desarrollo de su potencial y para alcanzar las metas que se proponga. Puede ser un proceso de dos meses o un proceso de años; un proceso de seis o de treinta y seis sesiones. Lo fundamental es que la relación del cliente con el coach sea de contraste y confrontación. En el momento en el que el coach detecte dependencia del cliente hacia su figura, deberá dar por terminado el proceso.

En cualquier caso, debemos tener en cuenta el factor económico. Es distinto un proceso de coaching contratado desde RRHH o a nivel empresarial, que si es contratado en el plano particular y es pagado con recursos propios.

En términos generales y desde nuestra perspectiva, para que un proceso de coaching sea productivo, es recomendable que tenga un mínimo de seis sesiones, si bien, el nivel de apertura del cliente determinará significativamente que el avance y aprovechamiento para el crecimiento sea mayor o menor.

Según el estudio realizado por Manchester Inc, queda demostrado que el coaching impacta en dos niveles:

Impacto Tangible de Negocio. La productividad mejora hasta un 57%, la calidad un 48%, la fortaleza organizacional un 48%, servicio al cliente un 39%, la reducción de quejas un 34%, la retención de equipos un 32%, la reducción de costes un 23%, etc.

Impacto Intangible de Negocio. Las relaciones de trabajo mejoran hasta un 77%, la relación con los accionistas un 71%, el trabajo en equipo un 67%, la relación entre compañeros un 63%, la satisfacción con el trabajo desarrollado un 61%, la reducción del conflicto un 52% y el compromiso organizacional un 44%.

La duración de los talleres, seminarios, cursos y conferencias varía según la temática, la necesidad del cliente y el tiempo del que dispone para los equipos de su organización.

Para que te hagas una idea, compartimos contigo las duraciones más demandadas, lo cual es compatible con que nos adaptemos a tus necesidades.

Talleres: Duración hasta 4 horas, que se pueden llevar a cabo tanto por la mañana como por la tarde.

Seminarios: Duración de 6 a 12 horas, que puede ser llevado a cabo en un día completo o en dos días consecutivos/alternos.

Cursillos: Duración a partir de 12 horas y hasta tiempo indefinido, en función de las necesidades formativas. Como referencia, recomendamos de 16 a 32 horas.

Conferencias: La duración oscila en función de las peticiones de nuestros clientes. Por lo general, son de una hora, pudiendo alargarse hasta las dos horas.

Hoy en día, poco hablamos abiertamente del precio de los procesos de coaching porque hay cierto celo en torno a este tema. En cualquier caso es público que oscilan entre los 150€ y los 1.500€ por sesión. Esta diferencia varía en función de varios factores:

El nivel de responsabilidad del cliente: Es distinto hacer un proceso de coaching para un Consejero Delegado que para un Jefe de Producto.

El ámbito de trabajo: Los objetivos profesionales abordados dentro de un marco de relación profesional o privado es otro factor que influye. La diferencia de tarifas puede variar hasta un 50% si es a cargo de presupuestos corporativos o si son por iniciativa personal.

La experiencia del coach: Protagonizar un proceso de coaching con un coach que acumula más o menos “horas de vuelo de calidad”, también influye. Hay quien tiene muchas horas de vuelo pero, son de calidad?, están hechas con profesionales en ejercicio?, son sesiones “siguiendo el libro” o son sesiones en verdadera conexión con el cliente?, logran la total apertura del coachee?, ayudan a fijar planes de acción estimulantes y desafiantes?

La especialización e historial profesional del coach: Haber sido director general, o responsable de una planta, o haber impulsado cambios culturales corporativos, o haber pasado por experiencias concretas detro del mundo profesional antes de ejercer como coach puede marcar una diferencia muy considerable frente a otros profesionales del desarrollo del talento.

En el caso de Coaching360, y teniendo en cuenta lo anterior, nuestras tarifas oscilan entre los siguientes rangos:

Coaching Ejecutivo: Varía de 150€ a 350€ (sesión de 90min)

Coaching Grupal (hasta 10 pax): Varía de 350€ a 500€ (encuentro de 120 min)

Coaching de Equipos (Equipos Naturales, Comités de Dirección, Consejos de Administración -meetings de 90min-): Varía de 500€ a 1.500€ por comité.

El principal valor añadido que obtiene tu empresa es tener profesionales más sólidos y equilibrados emocionalmente que toman mejores decisiones, comunicándose mejor con sus compañeros/equipo y desplegando un estado de motivación y actitud que impulsa un espíritu de mejora permanente y la consecución de resultados.
Cualquier proceso de coaching contribuye a elevar los niveles de motivación y auto confianza de los protagonistas y esto repercute directamente en tu mejor y mayor rendimiento. Adicional a esto, el equipo formado por Josecho, Mónica y Borja, es un equipo sólido, cercano, de confianza, riguroso y tremendamente comprometido con la necesidad organizacional que les presentes. La experiencia que acumulan es única, y las fuentes de las que han aprendido, son las mejores. Una cosa es trabajar como coach y otra muy distinta ser coaches, vivir como coaches y hacer de ello un estilo y modo de vivir.

Una cosa es vivir del coaching, otra cosa es vivir haciendo procesos de coaching y una última es vivir sintiendo que acompañar a los demás en su crecimiento es un privilegio de aprendizaje mutuo. Es muy distinto trabajar por obligación que trabajar porque amas tu trabajo y lo que haces. En nuestro caso, trabajamos dando lo mejor de nosotros mismos, y el valor de eso es incalculable.




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